El IAM y PROLIBERTAS amadrinan el nuevo módulo de respeto en la prisión de mujeres de Alcalá de Guadaira (Sevilla)

Desde el pasado 17 de mayo, el C. P. Alcalá de Guadaíra (Sevilla) cuenta con un módulo de respeto. En un sencillo acto el Instituto Andaluz de la Mujer y PROLIBERTAS «amadrinaron» su apertura.

La Constitución Española da especial importancia a la reinserción social tal y como se expresa en el art. 25.2: «las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad penales estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social (…)». En esta línea se desarrollan los programas que PROLIBERTAS implementa en Centros Penitenciarios, especialmente con personas que no cuentan con una red de apoyo familiar y/o social.
En nuestra delegación en SEVILLA y de la mano del IAM y la colaboración de la Fundación «la Caixa» el proyecto #AbriendoCaminos se ofrece a mujeres que buscan una segunda oportunidad y alcanzar la reinserción social. Alcanzar la autonomía personal y salir del riesgo de exclusión social necesita del compromiso personal por una verdadera LIBERTAD.
La prisión de mujeres de Alcalá de Guadaira (Sevilla) cuenta actualmente con 3 módulos. Entre el nuevo módulo de respeto y el de trabajo conviven 34 mujeres, en un régimen en el que disminuye la violencia, la desconfianza, aumenta la solidaridad, se aprende resolución pacífica de conflictos, y, en definitiva, es un bien para todas las personas implicadas (funcionariado e internas) y para todo, el tratamiento, la seguridad y la gestión eficaz del Centro.
Los objetivos de un módulo de respeto son los siguientes:
  • Conseguir un elevado nivel de limpieza, tanto en las dependencias generales como en los enseres personales.
  • Regular la vida diaria en base a la actividad, a las prioridades, el orden y el descanso.
  • Lograr la participación de todas las personas residentes en el mantenimiento y conservación del módulo.
  • Mantener las relaciones mediante grupos de trabajo y comisiones.
  • Mejorar la capacidad de la persona de asumir la normativa e interiorizar pautas adaptadas de conducta.
  • Lograr un clima de máximo respeto y convivencia en el interior del módulo y que sea extrapolable a las actividades y relaciones de las personas internas en el exterior del mismo.

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